viernes, enero 4

Hado

Fantasmas incoherentes envician mis pensamientos, planean bajo su halo sobre mi esencia envenenando mis conceptos y falseando mis convicciones.

Vienen de visita, no vienen a quedarse.

Encadenan mis virtudes, liberan mis vicios. Ensucian la pulcritud de la esencia evangélica y angelical que en su dia aspiré y di por hecho que siempre estaría como en su definición.

- Fuera fantasmas, ¡no volvais! - exhalé.

Y no volvieron.

No porque se fueran, sino porque siempre estuvieron.

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