Distropfia

Y el tiempo seguía luchando contra él en una guerra incesante con un claro vencedor, conocido desde antes de empezar, éste jugaba en casa, además de contar con una gran baza: la estupidez humana.

Solo podía ver como la humanidad se destruía una y otra vez, así hasta su futura y no lejana extinción.

Cayeron los feudos, socialismos, fascismos, comunismo y capitalismos, la historía se repetía una y otra vez, aún conociéndola el hombre caía en los mismo errores del pasado y del futuro.

La politica viciada ultimamente por la nueva corriente new face llamada nacional nacionalismo demoautocrata barría en la urna.

Los guardianes tenían libertad e impunidad total para detener las guerras de posición, de agua y de alimentos de las masas que permanecían en las urbes obviando el nuevo movimiento social de emplazamiento aleatorio, que removía a las gentes de las iniciales costas a las montañas, de los valles a los picos y de las urbes a la paz de las espeluncas.

Las masas que se empeñaban en reformar antiguos movimientos, ideas y dioses, seguían ancladas en el pasado sufriendo en el futuro.

Las otras gentes de los nuevos movimientos solo huían de la realidad que ellos mismos habían construido, o dejado construir, y el resto, los nacional nacionalistas demoautocratas eran los nuevos dioses del despojo terrestre.

El oro negro acabó hace decadas, y ahora el oro es incoloro e insípido.

Todos lloran recordando tiempos mejores, otros como yo, lloramos por los tiempos que llegarán.